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La aplicación de una estrategia común nos lleva a un ahorro de los costes de ejecución derivados de la repetición y ejecución en serie del producto, a la vez que nos ofrece la posibilidad de un diálogo entre ambos bloques que potencie los espacios peatonales y ajardinados que los circundan, así como poner de manifiesto las intenciones del planeamiento urbanístico. Los volúmenes limpios y nítidos que engloban las plantas que contienen las viviendas se posan en sendos zócalos constituidos por los muros de hormigón de cerramiento de planta baja a través de la franja corrida de ventilación de éstos. Los volúmenes de las viviendas se perforan con ventanas agrupadas en huecos con una pretendida vocación plástica, haciendo vibrar el despiece de paneles prefabricados de hormigón.
Hemos atrapado un trozo de campo, queremos proponer una idea absolutamente contemporánea de la ciudad. La posibilidad de aunar dos emociones hoy enfrentadas. La necesidad de vivir en la pujante cultura urbana con la ancestral llamada de pertenecer a un paisaje, de reconocerse en él. Esponjamos la edificabilidad, creamos un recinto que encierra un paisaje más natural, con movimiento de pequeñas elevaciones y depresiones (conseguidas con la aportación de las Tierras de excavación de los garajes) donde miran y del que disfrutan todas las viviendas. Paisaje con árboles agrupados, las metáforas de pequeños bosques, piscinas que recuerdan lagos naturales , así como lugares deportivos incrustados en dichas topografías. Una topología nueva que es capaz de generar un espectacular espacio central, concebido como verdadero protagonista del conjunto.
Se propone en primer lugar, y tomando como punto de partida fundamental la voluntad de agotar el máximo volumen edificable, así como poder conseguir el máximo de edificabilidad, que toda la superficie edificable se concentre en el fondo de la parcela, de forma que podamos resolver todo el problema de medianerías existentes con la edificación colindante, al tiempo que conseguimos para los espacios de oficinas una orientación sur mejorando de este modo las condiciones de control de la iluminación natural y radiación directa así como la ventilación de los espacios. De este modo se sitúa frente a la calle Mariano Cuber un umbráculo bioclimático. Un espacio de cuatro alturas protegido por una celosía, que no sólo hace las veces de vestíbulo abierto y de gran espacio de ingreso, sino que además se convierte en el gran regulador ambiental del edificio. En cuanto a la tipología propuesta, debemos subrayar que se ha buscado la flexibilidad del espacio con el fin de ofertar un marco capaz de albergar un amplio abanico de necesidades en lo que al sector terciario se refiere.
