La pieza arquitectónica se separa de los edificios residenciales hacia la alineación del parque permitiendo crear un vacío que articule y proporcione la relación y escala urbana del edificio con su entorno y permita disfrutar al mismo del máximo soleamiento durante todo el año. El edificio se proyecta como una pieza más en el parque manteniendo y potenciando la continuidad del trazado peatonal del mismo. Así, el edificio se dispone a modo de puente elevado sobre la planta baja liberando el máximo espacio libre en planta permitiendo la circulación por debajo del soportal. En este espacio en sombra es donde se ubica el acceso al edificio. El edificio se articula espacial y visualmente mediante un espacio vacío y dinámico iluminado cenitalmente por un lucernario que actúa a modo de chimenea solar que también permite regular térmicamente el edificio. Las fachadas del edificio establecen la relación con el entorno urbano: el edificio se cierra hacia las zonas de edificación residencial, abriendose únicamente mediante una serie de huecos controlados y protegidos por unas lamas fijas verticales. En la fachada al parque se dispone de una gran fachada acristalada con unas lamas verticales móviles que matizan la relación con el espacio exterior con un ritmo y densidad distintos en función del uso donde se ubica. La fachada sureste es la fachada urbana del edificio, haciendose permeable mediante un gran hueco en sombra matizado por unos elementos de protección a modo de Brisoleil, la distinta profundidad del plano de la fachada le otorga una vibración y juego de luces y sombras.
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